La temperatura ideal del aire acondicionado para ahorrar

En verano, al encender el aire acondicionado en casa, surge la pregunta de cuál es la temperatura ideal para lograr un ambiente confortable sin gastar demasiada electricidad. La respuesta depende de varios factores, como las preferencias personales, la edad de los habitantes y la humedad ambiental. Sin embargo, hay rangos recomendados que podemos seguir para usar el aire acondicionado de manera eficiente.
La temperatura ideal del aire acondicionado
Según un estudio del IDAE y el reglamento de instalaciones térmicas en los edificios, la temperatura de confort en un ambiente cerrado y sin actividad física debe situarse entre los 23°C y los 25°C en verano. Bajar de los 23 grados puede resecar el aire y aumentar innecesariamente el consumo de energía. Cada grado que bajamos por debajo de la temperatura óptima puede aumentar el consumo eléctrico en un 5% a 7%.
Si consideramos un gasto mensual de alrededor de 100 euros en aire acondicionado con una temperatura de 25 grados, bajar la temperatura en un grado podría costar hasta 7 euros adicionales. Si bajamos la temperatura a 20 grados o menos, el incremento en el costo total podría ser cercano al 35%. Si intentamos ahorrar energía y permitimos que la temperatura suba por encima de los 25 grados, experimentaremos incomodidad, dificultades para dormir y sensación de bochorno.
Estación | Temperatura operativa (°C) | Humedad relativa (%) |
---|---|---|
Verano | 23 a 25 | 45…60 |
Invierno | 21 a 23 | 40…50 |
La humedad relativa
La humedad relativa del aire también afecta el confort y el gasto en climatización. Un nivel de humedad superior al 50% aumenta la sensación de calor, mientras que un nivel inferior puede hacer que sintamos más frío. Se recomienda mantener una humedad relativa del 45% al 60% en verano. Si deseamos ajustar el nivel de humedad sin utilizar el aire acondicionado, podemos utilizar un humidificador para modificar la cantidad de agua en el aire de la vivienda.
Además, la edad y el estado de salud influyen en la temperatura óptima. Para bebés, niños, ancianos y personas enfermas o con movilidad reducida, es recomendable ajustar el termostato unos grados más para mejorar su confort. Por ejemplo, los pediatras sugieren una temperatura entre 22-24°C durante el día y 18-20°C durante la noche para los bebés, y esto se puede aplicar a personas con salud delicada.