Qué es la agricultura extensiva: Ventajas y desventajas

La agricultura extensiva es un método agrícola que se enfoca en la producción a gran escala de alimentos y otros productos, utilizando grandes extensiones de tierra y una mínima inversión de mano de obra. A diferencia de la agricultura intensiva, que se centra en producir grandes cantidades de productos en un espacio pequeño, la agricultura extensiva se caracteriza por tener una menor densidad de cultivo, lo que permite que la tierra sea utilizada de forma más eficiente y sostenible.
La agricultura extensiva es una práctica común en muchos países del mundo, especialmente en aquellos que tienen grandes extensiones de tierra disponible para la agricultura. Esta práctica tiene muchos beneficios en términos de eficiencia, producción y sostenibilidad, pero también puede tener algunos impactos negativos en el medio ambiente y en la salud humana si no se realiza de manera adecuada.
En términos de ecología, la agricultura extensiva tiene algunos beneficios significativos. Por ejemplo, la utilización de grandes extensiones de tierra permite que los cultivos tengan un mayor acceso a los nutrientes del suelo y a la luz solar, lo que ayuda a maximizar la producción de alimentos y otros productos agrícolas. Además, la agricultura extensiva también puede ayudar a preservar la biodiversidad, ya que permite que los cultivos se intercalen con áreas naturales y hábitats de vida silvestre.
Las ventajas de la agricultura extensiva
- Necesita menos recursos técnicos y humanos.
- Bajo impacto ambiental.
- Producción basada en los recursos del entorno.
- Producción suficiente para no lanzar nada.
- En algunos casos puede derivar en agricultura ecológica
Las desventajas de la agricultura extensiva
- Los beneficios económicos se obtienen a largo plazo.
- Se necesitan grandes extensiones de terreno para poder cultivar.
- Baja productividad por hectárea.
- Le afectan los imprevistos meteorológicos de forma más intensa. Una helada puede acabar con todo el cultivo.
Sin embargo, la agricultura extensiva también puede tener algunos impactos negativos en el medio ambiente. Por ejemplo, el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes puede contaminar el suelo y las fuentes de agua cercanas, lo que puede tener efectos negativos en la salud humana y en la biodiversidad local. Además, el uso intensivo de maquinaria agrícola también puede tener un impacto negativo en la calidad del suelo y en la emisión de gases de efecto invernadero.
A pesar de estos impactos negativos, la agricultura extensiva sigue siendo una práctica importante y necesaria para la producción de alimentos y otros productos agrícolas en todo el mundo. Para minimizar sus impactos negativos en el medio ambiente y en la salud humana, es importante que los agricultores adopten prácticas agrícolas sostenibles y ecológicas. Estas prácticas pueden incluir la utilización de técnicas agrícolas orgánicas, la rotación de cultivos y el uso de pesticidas y fertilizantes naturales.