Vivir sin plástico: Cómo reducir su uso y ser más sostenible

El plástico se ha convertido en una presencia abrumadora en nuestras vidas. Lo encontramos en envoltorios de productos y alimentos, como frutas y verduras preenvasadas, legumbres, pasta, cepillos de dientes, peines, bolígrafos, entre otros. Hemos llegado a usar plástico con total normalidad debido a la costumbre adquirida en las últimas décadas, pero ahora nos preguntamos: ¿es posible dar marcha atrás? Aunque no es fácil, sí es posible. A continuación, te explicaremos cómo vivir sin plástico.
El primer paso: Concienciación
Antes de renunciar al plástico en nuestra vida, es necesario ser conscientes de por qué deseamos hacerlo y qué mejoras se pueden lograr.
- El plástico es un derivado del petróleo, un recurso natural finito y contaminante.
- La mayoría de los plásticos no son completamente reciclables.
- La acumulación de plásticos se ha convertido en un problema, con islas flotantes en los océanos.
- La fabricación de plásticos implica el uso de materiales contaminantes que dañan el medio ambiente y contribuyen al efecto invernadero.
- El plástico es altamente tóxico y puede afectar nuestra salud.
- Vivir sin plástico contribuye tanto a la conservación del medio ambiente como a un cambio en nuestros hábitos de consumo.
¿Cómo vivir sin plástico?
Una vez que estamos concienciados y decididos a hacer todo lo necesario para vivir sin plástico, o al menos reducir su uso, es importante tener en cuenta algunas consideraciones importantes.
- Evita comprar productos envasados en plástico, como es común en frutas y verduras. Estos envases tienen una vida útil muy corta y solo se utilizan para el transporte desde la tienda hasta nuestro hogar.
- Evita el uso de bolsas de plástico desechables. Opta por bolsas de tela u otros materiales reutilizables cada vez que vayas de compras. Cada vez más supermercados y comercios ofrecen bolsas de papel como una alternativa sostenible cuando olvidamos nuestras bolsas reutilizables en casa.
- Prefiere productos a granel para evitar envases innecesarios y ahorrar dinero, ya que el precio es más económico al no incluir el costo del envasado.
- Es importante llevar nuestros propios envases de vidrio o papel para rellenar con cacao, legumbres, arroces, pasta, detergente, jabones, etc.
- Sustituye los productos de plástico por aquellos con una vida útil más larga y menos contaminante.
- Reduce el consumo. La mitad de los objetos que tenemos en casa no son realmente necesarios. Es importante deshacernos de todo aquello que no tiene importancia y reducir la cantidad del resto. Menos juguetes, cero elementos decorativos de plástico, utiliza bolígrafos recargables, entre otros.
Europa solo recicla un 7% de los 100.000 millones de bolsas de plástico que se consumen al año, lo cual es una razón de peso para cambiar nuestro estilo de vida. Vivir sin plástico es posible y también económico. Es hora de tomar acción y ser parte del cambio hacia un futuro más sostenible.