La sostenibilidad es un aspecto cada vez más relevante en el mundo del diseño, la arquitectura y la decoración. En la actualidad, el consumo desmedido y la obsolescencia programada son problemas que generan una gran cantidad de residuos, y no solo eso, también contribuyen a la deforestación y el agotamiento de los recursos naturales. En este contexto, resulta esencial buscar alternativas sostenibles, y una de ellas es el uso del bambú.
El bambú es una planta de rápido crecimiento y gran resistencia que se utiliza en la fabricación de mobiliario, suelos, revestimientos y otros elementos decorativos. Además de ser una opción sostenible, el bambú tiene otras ventajas como su estética natural y elegante, su durabilidad y su bajo mantenimiento. Asimismo, su producción no requiere el uso de productos químicos ni de grandes cantidades de agua, lo que lo convierte en una alternativa respetuosa con el medio ambiente.
No obstante, aunque el bambú es una excelente opción para la decoración sostenible, es importante asegurarse de que se trata de un producto obtenido de forma responsable y con garantías de calidad. Por ello, es fundamental optar por marcas y proveedores que cuenten con certificaciones ambientales y sociales que garanticen la sostenibilidad y la ética en toda la cadena de producción.
El bambú como alternativa sostenible a la madera tradicional
Las tendencias ecofriendly han inundado el sector del diseño y cada vez son más las personas que se identifican con hogares y oficinas en tonos neutros, naturales y con madera consiguiendo acabados íntimos y con un tono nórdico. La crisis climática y el agotamiento de los recursos hace que se apueste por materiales más sostenibles como el bambú. ¿Cuáles son sus beneficios principales?
- Ecológico.
- Resistente (se puede colocar en exteriores sin estropearse).
- Cálido.
- Adaptable a los entornos.
- Crecimiento rápido (entre medio metro y un metro diario).
- Produce dos veces más oxígeno que el pino o el eucalipto, así que es un gran pulmón urbano allí donde esté plantado.
El bambú no es una madera, si no una planta que pertenece a la familia de las gramíneas, de tallos huecos que se adapta muy bien a las condiciones extremas del clima tropical, así como a los cambios constantes de temperatura y humedad.
